¿Cuál es la fecha histórica de la crucifixión de Jesús?

A continuación, reproduzco un fragmento de mi libro Habitó entre nosotros, donde espero, a través del aporte de fuentes confiables, poder ofrecer un acercamiento a la fecha concreta en la que Cristo fue crucificado. 


Según los Evangelios Jesús fue crucificado en tiempos en que Poncio Pilato era gobernador de Judea, período que transcurre entre los años 26 y 36. Para intentar una aproximación más exacta, que nos permita saber en cuál de esos diez años ocurrió la crucifixión, debemos procurar acercarnos a la fecha del comienzo de la predicación de Jesús, su denominada “vida pública”.

Según el Evangelio de San Lucas, San Juan Bautista comenzó a predicar su bautismo “en el año quince del reinado del emperador Tiberio” (Lc 3,1). Su predecesor, Augusto, murió el 19 de agosto del año 14, por lo cual, el primer año de Tiberio, que es lo que nos interesa en estos momentos, va del 19 de agosto del 14 al 18 de agosto del 15, y el año decimoquinto de su reinado, del año 28 al 29 según el cómputo oficial de los antiguos cronógrafos. Pero he aquí un asterisco en nuestra historia: En el Oriente sirio el cómputo se realizaba de otra manera, pues se acostumbraba terminar el primer año del nuevo emperador con el final del año civil, en el año nuevo, que era el primero de octubre. De esta manera, el primer año de Tiberio va del 19 de agosto del año 14 hasta el 30 de septiembre de ese año, comenzando su segundo año como soberano el 1 de octubre. Entonces, según el cómputo sirio el año 15 de Tiberio va del primero de octubre del año 27 al 30 de septiembre del año 28[1].

Este período corresponde a un “año sabático” (Lv. 25), es decir, un año de descanso y de gracia, que comenzó el primero de Tishri  (septiembre – octubre) del año 27, y que se extendió hasta Tishri del 28. Este contexto se presentaba como muy adecuado para el comienzo de la actividad de Jesús. Además, Lucas menciona la lectura sinagogal de Isaías 61,1s durante la primera predicación de Jesús en Nazaret (Lc 4,16-30). Es esta la lectura bíblica por excelencia sobre el «año de gracia» en cuestión[2].

Otro dato a tener en cuenta se presenta en el Evangelio de Juan, con la famosa pregunta de los judíos a Jesús posterior a la expulsión de los vendedores del Templo de Jerusalén: “Ya demoraron cuarenta y seis años en la construcción de este templo. Y tú, ¿Piensas reconstruirlo en tres días?” (Jn 2,20). Herodes había comenzado las nuevas construcciones del templo en el año 19/20 a.C.[3] Si hacemos un poco de números y a esos cuarenta y seis años, les restamos diecinueve, comienzo de la construcción en el período antes de Cristo, para saber en qué año ocurre esta situación, las cuentas nos conducen a un inequívoco 27. Por lo tanto, la predicación de Jesús habría comenzado alrededor del año 27.

Ahora pasamos a la segunda fuente de información para acercarnos a la fecha que buscamos, y es la duración de la denominada “vida pública de Jesús”, es decir, el tiempo que duró su ministerio.

Tomando como referencia el Evangelio de San Juan, el más tardío y el que completa a los sinópticos en muchos aspectos, la vida pública de Jesús sería de no menos de tres años, teniendo en cuenta la cantidad de fiestas religiosas que se mencionan. Veamos la cuestión con las Pascuas Judías. San Juan menciona claramente tres de estas festividades: Una, al principio del ministerio preparatorio de Jesús, tiempo después de su Bautismo; la segunda, en el tiempo de la primera multiplicación de los panes; y la tercera, la correspondiente a la pasión y muerte de Nuestro Señor. Según San Ireneo, a estas tres Pascuas debería agregarse una cuarta, que es la “Fiesta Judía” que se menciona en Jn 5,1. Entre la primera y tercera de estas Pascuas habrían transcurrido con seguridad unos tres años, pero teniendo en cuenta que Jesús comenzó su vida pública varios meses antes de la primera Pascua, su ministerio habría tenido una duración aproximada de tres años y medio[4].

Hasta aquí la cosa parece ser simple: 27 + 3=30. Jesús habría sido crucificado en el año 30 y a otra cosa. Pero si dejo el desarrollo de este capítulo así, cualquier persona con mínimos conocimientos bíblicos no se quedará satisfecha. ¿Por qué? Por las siguientes palabras que aparecen en el versículo 23 del tercer capítulo de San Lucas:

«Cuando comenzó Jesús, tenía unos treinta años».

Ese comienzo de Jesús se refiere, lógicamente, al inicio de su vida pública. Habiendo mencionado con anterioridad que Jesús nació aproximadamente en el año 6 a.C., esto indicaría que su ministerio comenzó en el año 24 y que por ende habría sido crucificado en el 27, y con unas cuantas páginas dedicadas en esta edición a la defensa de la credibilidad de los Evangelios, alguien puede pensar que estamos ante un callejón sin salida. Nada más lejos que eso.

Ya hemos dicho que los Evangelios no son biografías tal cual como nosotros entendemos hoy ese término, así como la forma de escribir de hace dos mil años dista mucho de la actual. Y no es que “cuando conviene, los Evangelios son creíbles, y cuando no conviene, no lo son”. Los Evangelios son creíbles y este modesto libro intenta ser uno más de los tantos que se han escrito para dejar en claro la veracidad de estos testimonios sobre la vida de Jesús.

La cuestión con este versículo de Lucas y el dato que arroja es que debe ser entendido en un sentido tipológico y no historiográfico. En Génesis 41,46 nos encontramos con José presentado ante el faraón con treinta años, es decir, comenzando su vida pública; en 2 Samuel 5,4 David comienza a reinar con treinta años; Ezequiel recibió su vocación profética en el trigésimo año de vida (Ez 1,1). En el mundo veterotestamentario, el trigésimo año de vida es considerado el ideal para comenzar una misión, por lo cual el número aportado por Lucas no nos sirve para utilizarlo como parte de una cronología. De ahí que el propio autor utilice la expresión “unos treinta años”. Un número ideal que representa una edad aproximada del Salvador[5].

Para calcular la fecha más aproximada - pretender una exactitud histórica innegable parece un tanto utópico - de la crucifixión de Jesús es necesario comenzar por una fecha: El 14 de Nisán. Ese es el día en que Cristo fue crucificado. ¿Cómo lo sabemos? Por esto[6]:

«José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos, pidió a Pilato autorización para retirar el cuerpo de Jesús [...] era el día de la Preparación de los judíos» (Jn. 19, 38-42).

El día de la Preparación que menciona San Juan es el día previo a la pascua, aquel en cuya noche los judíos aún hoy celebran la cena pascual. En los capítulos previos al relato de la última cena, ya había escrito el evangelista: “Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Durante la cena...”. (Jn. 13, 1-2).

En la cronología de los sinópticos, la cosa es diferente, pues para éstos la cena que celebra Jesús con sus discípulos es una cena pascual. A modo de ejemplo, valga este pasaje de Mateo: “Los discípulos hicieron lo que Jesús les había mandado, y prepararon la Pascua” (Mt. 26, 19).

Esto se corresponde a la víspera del día de la pascua, por lo tanto el 14 de Nisán, con lo que Jesús habría sido crucificado y muerto el mismísimo 15 de nisán, y por lo tanto en plena pascua, lo cual es imposible, porque jamás, teniendo en cuenta las costumbres judías y sus reglas de pureza e impureza, habrían juzgado a alguien en la noche de la cena de la pascua y muchísimo menos lo hubieran crucificado poco después del mediodía del mismísimo día de la pascua[7].

¿Cuál sería “nuestro” 14 de Nisán, es decir, su equivalente en el calendario gregoriano? Aquí surge otro inconveniente, y es que el calendario hebreo no es tan “previsible” como el que estamos habituados, sino que es un calendario lunisolar, es decir, que se basa tanto en el ciclo de la Tierra alrededor del Sol (año), como en el de la Luna al rodear a la Tierra (mes). La duración de los meses oscila entre los 29 y los 30 días, no hay meses con 28 días, como Febrero, ni tampoco de 31, como siete de los meses de nuestro calendario, y el año bisiesto hebreo, en lugar de agregar un día a un mes del año cada cierto tiempo, agrega un mes más, es decir, que el año bisiesto tiene en esos casos trece meses[8]. Por ejemplo, el 14 de Nisán de 2019 correspondió al 19 de Abril; en 2018 fue el 30 de Marzo; en 2020 fue el 8 de Abril.

Teniendo en cuenta que los Evangelistas coinciden testimonialmente en que Cristo fue crucificado un viernes, solo resta ver si hay alguna coincidencia en el período 26-36 donde el 14 de Nisán haya caído un viernes. Y las opciones son tres: El 11 de Abril del 27, el 7 de Abril del 30 y el 3 de Abril del 33. El año 27 sería una fecha demasiado temprana, y, tomando en cuenta lo expuesto con anterioridad en este libro acerca del comienzo de la vida pública de Jesús y la duración de la misma, entre las otras dos posibilidades me inclino a decir que la fecha de la crucifixión de Cristo fue el viernes 7 de Abril del año 30, aunque esto no quita que muchos especialistas propongan como plausible que el sacrificio de Cristo en la Cruz ocurriera en el año 33.

Considero que el hecho de que no dispongamos de una fecha aceptada por unanimidad es algo positivo, pues no debemos perder de vista que lo que celebramos cada Pascua no es una fecha, sino un hecho. La relevancia salvífica del accionar de Cristo va más allá de una cuestión de calendarios, pues sobrepasa incluso todo lo que las limitaciones del lenguaje humano nos permiten decir.



[1] Charles Perrot: Jesús y la historia. Ed. Cristiandad. Madrid. 1982.

[2] Charles Perrot: Jesús y la historia. Ed. Cristiandad. Madrid. 1982.

 

[3] Joachim Jeremías: Jerusalén en tiempos de Jesús. Estudio económico y social del mundo del Nuevo Testamento (4ata. Ed.) Ed. Cristiandad. Madrid. 2000.

[4] Louis Claude Fillion: Vida de Nuestro Señor Jesucristo. I. Infancia y Bautismo. Ed. Rialp. Madrid. 2000.

[5] Gonzalo Balderas Vega: Jesús de Nazareth: una recuperación de su historia desde los Evangelios sinópticos. UIA. México, D.F. 2003.

[6] Parto de lo expuesto por Luis Antequera en el artículo De ese 14 nisán del calendario judío en el que crucificaron a Jesús. En internet: https://www.religionenlibertad.com/blog/14972/ese-nisan-del-calendario-judio-que-crucificaron.html

[7] Esto lejos está de restar credibilidad al Evangelio de San Mateo, pues, como apunta Perrot en su obra Jesús y la historia, San Mateo reúne los datos, para su presentación catequética, sin preocuparse mayormente por la cronología. Tengamos en cuenta que en aquella época las biografías se redactaban de manera diferente a las que conocemos actualmente. Los biógrafos podían escribir tanto en orden cronológico como siguiendo un orden de temas, que era lo más frecuente, siendo esta la forma utilizada por Mateo.

[8] El calendario hebreo y su correspondencia con el calendario gregoriano. En internet: https://biblecodes.wordpress.com/2006/09/17/el-calendario-hebreo-y-su-correspondencia-con-el-calendario-gregoriano/