Vivimos en un contexto signado por las apariencias. La Cuaresma es una invitación a preguntarnos qué buscamos en cada acción: ¿Agradar a Dios o conseguir el aplauso de los demás?
¿Qué queremos encontrar en nuestro interior: la superficialidad del like o la sencillez que me permite saberme necesitado de Dios?
Mariano Torrent,
#MeditacionesdeCuaresma, Día I